Muchos pacientes recién ostomizados comparten una gran preocupación: el olor.
No deben preocuparse por nada, afortunadamente, ya existen bolsas de ostomía diseñadas especialmente para contener los olores que generan las descargas de nuestros desechos.
Si la bolsa está limpia y se coloca de forma adecuada, los olores no serán ningún problema y solo serán percibidos al vaciar o cambiar la bolsa. Exactamente como le sucede a cualquier persona que acude al sanitario.
En caso de no colocar bien la bolsa, es posible notar olores en cualquier otro momento, lo que sin duda servirá de señal para que el paciente compruebe de inmediato el cierre hermético de su bolsa y revise si existe alguna fuga o suciedad en la pinza. Bastará con colocar la bolsa de manera correcta o lavar muy bien cualquier residuo mal puesto por ahí.
Esto de los olores y las fugas amigos es la más grande preocupación que hemos percibido en los pacientes con estoma, pero con esa misma seguridad podemos compartirles que una vez que se domina la colocación de la bolsa, este tipo de accidentes son poco probables.
Poco a poco el paciente aprende que la bolsa debe vaciarse periódicamente, algunos llegan a hacerlo hasta cuatro veces al día. Vaciar la bolsa regularmente, reduce el riesgo de fugas y evita que una bolsa saturada de desechos se perciba bajo la ropa. Lo mejor es evitar que se llene y cambiarla cuando los desechos ocupen un tercio de la bolsa.
En otra publicación hablaremos de la necesidad de baños adaptados para personas ostomizadas, en España hay un fuerte movimiento para crear conciencia al respecto, aquí en México tenemos que trabajar para visibilizar la ostomía y las necesidades de los pacientes con estoma.
Alimentos que pueden aumentar los olores
Si el paciente decide no exponerse y vigilar los alimentos que consume, deberá reducir la ingesta de huevo, espárragos, brócoli, pescado, coles de Bruselas, ajo, cebolla, coliflor y algunas especias. Además, debe seguir las siguientes recomendaciones si desea mejorar su estilo de vida:
Comer lentamente y masticar bien los alimentos, un hábito que nos haría muy bien a todos, ostomizados o no.
Posterior a la cirugía, se recomienda que el paciente recupere gradualmente su alimentación normal –a menos que el médico indique algunas restricciones-.
Recuperar la alimentación de forma gradual, permite conocer la forma en que reacciona el organismo a los distintos alimentos.
En los casos de ileostomía, se recomienda beber a diario cantidades abundantes de agua, jugo y otros líquidos.
Los gases
Hace poco, leía el testimonio de una paciente ostomizada, muy orgullosa porque la expulsión de gases (flatulencia) dejó de ser un problema en su vida. Un paciente con colostomía o ileostomía ya no debe preocuparse por estas manifestaciones totalmente humanas y que a muchos nos han jugado alguna mala pasada. Sin embargo, el intestino seguirá almacenando gases que pueden deberse a la propia ingestión de aire que se produce al hablar, al consumo de bebidas gaseosas, fumar, mascar chicle, comer con la boca abierta, etc.
Para reducir los molestos gases intestinales se recomienda reducir el consumo de habas, coliflor, cerveza, pepinos, brócoli, frijoles, espinacas, refrescos, etc.
Las recomendaciones varían de acuerdo con el tipo de cirugía y serán un tema recurrente con el médico, si se siguen al pie de la letra, el organismo lo notara y lo agradecerá.